El 14 de febrero se celebra anualmente el Día de San Valentín, festividad de origen Católico, en conmemoración de las obras de un santo romano, relacionadas con el concepto universal del amor.
La fiesta mundial de los enamorados ha ganado importancia a lo largo del tiempo en todas las geografías, y la fecha es una oportunidad para celebrar la afectividad de diversas formas, y darle un sentido propio, a través de experiencias personales y vivencias auténticas.
San Valentín despliega una diversidad de símbolos, costumbres y rituales que se asocian al amor. Cartas románticas, cenas nocturnas, flores y chocolates son clásicos en los festejos de enamorados en todo el mundo.
En Japón, las mujeres preparan chocolates “honmei-choco” para sus esposos, novios o posibles parejas, mientras que para los colegas o conocidos, preparan “giri-choco”, y las damas esperan la retribución con regalos elegantes. En Perú, por su parte, lo festejan con el intercambio de orquídeas en vez de rosas, al ser una flor originaria del país.
En Ecuador, las festividades de enamorados destacan la riqueza del país, revelando la potencialidad de su estratégica ubicación geográfica y cultura contemporánea vibrante, que empieza a dejar que su voz resuene en el mundo. Como uno de los más apreciados productores de flores de alta calidad para la exportación a mercados como Estados Unidos, Rusia y la Unión Europea, las rosas ecuatorianas son un clásico en Valentín. El chocolate ecuatoriano también se ha convertido en un producto altamente apetecido.
En este caso, la transformación en origen de la materia prima – el cacao fino de aroma, tradicionalmente reconocido por sus atributos como el “mejor del mundo” – da un giro radical al perfil de Ecuador, de país exportador de materias primas, a generador de valor agregado.
Es clave que industrias creativas como la gastronomía, puedan transformar materias primas y relatar al mundo una historia poderosa. Es el caso de Carolina Sánchez, chef de origen cuencano, con una carrera en auge, quien ha logrado trasladar ingredientes y preparaciones invisibles, como el chocolate, a la alta cocina mundial.
¿Cómo el cacao pasó de ingrediente invisible a ser un producto emblemático?
La transformación del cacao en chocolate en Ecuador tiene una historia reciente. Durante sus estudios en el Basque Culinary Center de San Sebastián, la chef cuencana Carolina Sánchez investigó el uso del cacao al 100%, verificando un incipiente aprovechamiento de este insumo en la gastronomía. La hoy galardonada cocinera identificó tempranamente en su carrera el potencial de los productos ecuatorianos en la alta cocina, con el chocolate a la cabeza.
Según relata, de sus hallazgos como estudiante, encontró una utilización muy precaria del cacao, limitada a tabletas para cocoa en taza en alguna provincias de la sierra ecuatoriana, revelando el desconocimiento de las bondades del cacao en el origen, un producto prácticamente invisible con un potencial enorme.
En su trayectoria, Carolina lleva experimentando con el chocolate oscuro ecuatoriano, y lo ha llevado a la alta cocina, tanto dulce como salada. Desde su investigación, conoció la inmensa variedad de cacaos en el territorio Ecuatoriano, con atributos que destacan la exuberancia, diversidad biológica y climática de sus regiones, en la costa y Amazonía.
El chocolate orgánico y biodinámico, a través de iniciativas de rescate del cacao ancestral, lideradas por la empresa Paccari y su fundador Santiago Peralta, desde hace dos décadas, son insumos que Carolina Sánchez avala por su probada calidad, y que son parte esencial de sus recetas.
En el día del Amor, Ecuador trasmite un mensaje potente sobre el poder de la creatividad al mundo. Las destacadas líneas de chocolate oscuro con alto porcentaje de cacao, e ingredientes que hablan de la riqueza del territorio latinoamericano como la Hierba Luisa, la uvilla, entre otros, refrescan las tradiciones de San Valentín a través de más de cuarenta variedades de productos de la marca Paccari, la más premiada de su sector, con cerca de 400 reconocimientos a su calidad.
Dos recetas “A dos manos” para celebrar el 14 de febrero
En este año, San Valentín es una oportunidad para celebrar la creatividad en Ecuador. En este contexto, la pareja de chefs Carolina Sánchez, junto con Iñaki Murúa, proponen vivir el día del amor en la cocina, como una experiencia para compartir juntos, y crear un platillo a dos manos.
Para esta pareja ecuatoriana ibérica la cocina fue su punto de encuentro. Ambos optaron por la gastronomía como carrera, y coincidieron como compañeros de aula durante su especialización en San Sebastián. Iñaki, originario de La Guardia, poblado del país Vasco, recuerda el primer día que conoció a la cuencana Carolina, en la fila del curso.
“Ahí fue cuando empezamos a cocinar juntos los dos, había muchas clases prácticas en parejas, y ahí vimos que había ese ‘feeling’ en la cocina que luego se tradujo a lo personal,” expresa el cocinero vasco, mirando a su consorte con una sonrisa de complicidad.
En la alta cocina, una de las carreras más desafiantes del mundo, la pareja Sánchez Murúa ha encontrado la armonía, en un camino donde la iniciativa va en ascenso. Para Carolina “ambas cocinas conviven muy bien”, logrando una fusión que rescata la gastronomía ibérica y ecuatoriana. La conexión de la pareja se refleja en Ikaro, el restaurante situado en Logroño, capital de Navarra, que en noviembre del 2018 logró el reconocimiento de una estrella Michelin, que significa que es un restaurante muy bueno en su categoría.
Este reconocido establecimiento se traslada anualmente a Quito, durante un receso temporal de su sede en La Rioja, acercando la alta gastronomía a los comensales locales, experiencia singular para la capital ecuatoriana (la Guía Michelín en Latinoamérica evalúa únicamente a restaurantes ubicados en Brasil).
Carolina e Iñaki han desarrollado una propuesta personal a partir de la cocina tradicional del país Vasco y La Rioja, con la diversidad de productos y preparaciones únicas del Ecuador. Uno de los platillos que refleja la fusión de sus cocinas, es el cebiche de vieiras, donde la preparación ecuatoriana incorporó ingredientes de su localidad, incluyendo el queso Idiazabal.
Para el 14 de febrero del 2023, la pareja ecuatoriano ibérica propone las recetas de “Cremoso de Chocolate y Coco” y “Muffins de Chocolate y Chispas”. Ambos platillos seductores para los paladares golosos, que invitan a experimentar la cocina a dos manos como un espacio de transformación e intercambio jovial para las parejas.
El arte de cocinar es dejar que se expresen los ingredientes, y el chocolate ecuatoriano, en su presentación 100% orgánica, es uno de los productos más nobles, y elusivos a una fecha de celebración de los afectos, como San Valentín.
Cremoso de chocolate y coco
Ingredientes:
350 ml leche de coco
150 gr chocolate al 70%
60 gr azúcar impalpable
80 gr yema de huevo
Preparación:
- Mezclar la leche de coco, azúcar impalpable y yemas con un batidor de mano.
- Colocar al fuego y cocinar hasta que espese un poco, removiendo todo el tiempo.
- Añadir el chocolate y remover bien.
- Colocar en un recipiente y enfriar en la refrigeradora. - Sacar de la refrigeradora y servir con coco tostado en la base
- Disfrutar en pareja.
Muffins de chocolate y Chispas
Ingredientes:
180 gramos de harina
50 gramos de cacao en polvo Paccari
6 gramos de polvo de hornear
180 gramos de azúcar
85 gramos de leche de Almendras
200 gramos de aceite de girasol
2 huevos
120 gramos chispas de chocolate Paccari
Elaboración
- En un bowl mezclar los líquidos.
- Añadir el azúcar y mezclar.
- Cernir por encima la harina, cacao y polvo de hornear.
- Mezclar bien.
- Engrasar moldes de muffins o utilizar pirutines de papel.
- Colocar la masa en los moldes y terminar con chips de chocolate por encima.
- Hornear a 200 grados por 15 minutos aproximadamente.
- Sacar y disfrutar en pareja.