El agua es un recurso renovable y vital para nuestra existencia, pero su disponibilidad se puede ver comprometida por diferentes factores que están asociados con el cambio en el ciclo del agua a nivel urbano. El proceso de desarrollo urbano contempla la transformación de grandes superficies de terreno en áreas impermeabilizadas con concreto, asfalto y construcciones en general.
Cuando se reduce la
cobertura vegetal, el volumen de precipitación que cae sobre las superficies no
se infiltra con facilidad, convirtiéndose en caudal de aguas lluvias que se
escurre a través de cauces artificiales como calles, avenidas, cubiertas de
edificios, entre otros.
En verano, estas mismas regiones pueden verse influenciadas por fenómenos de sequía prolongados donde las precipitaciones, por el contrario, son escasas. Recordemos que muchas poblaciones del país no tienen acceso a una fuente de agua apta para consumo humano y que, en contraste, en las grandes ciudades el desperdicio de agua potable proveniente de la red pública es alarmantemente alto, superando los 240 litros/hab/día.
En las ciudades, estos caudales de escorrentía terminan descargándose a
los sistemas de alcantarillado pluvial y sanitario, generando que estos
sistemas de drenaje convencional puedan verse colapsados por superar su
capacidad hidráulica.
Para combatir esta problemática, Plastigama Wavin dispone de una nueva solución que cumple altos estándares de calidad europeos y que permite configurar sistemas de atenuación, resguardo, infiltración y reutilización para la gestión de aguas pluviales. AquaCell NG (Nueva Generación) es una geocelda de polipropileno 100% reciclado que se instala de forma enterrada para configurar grandes, medianos o pequeños volúmenes, no solo para mitigar el efecto de las inundaciones, sino también para generar proyectos sostenibles y amigables con el ambiente, mediante la reutilización de aguas lluvias como un suministro alterno para usos no potables como riego, descarga de dispositivos sanitarios, lavado, entre otros.
También pueden implementarse sistemas de tratamiento según cada proyecto, si el objetivo final es el de suministrar este recurso para usos potables.
Su versatilidad, permite configurar desde sistemas de aprovechamiento de aguas pluviales en viviendas, urbanizaciones o edificios de gran altura, hasta zanjas y trincheras de infiltración, sistemas de retención a través de pavimentos permeables y sistemas de amortiguación de caudales pico para redes de alcantarillado pluvial.
Esta solución, contribuye a mantener la calidad del agua pluvial,
repotenciando la resiliencia de las ciudades y preparándolas para afrontar los
efectos del cambio en el ciclo del agua.