El impacto irreversible que causaría una nueva obra de infraestructura eléctrica prevista a ubicarse al margen de la Ruta Spondylus, al sur del balneario de Canoa, una de las más afectadas por el terremoto de 2016, es la causa que integró al grupo SALVEMOS CANOA.
Se trata del proyecto PRIZA, Subestación San Vicente, que ejecuta la Empresa Eléctrica Pública Estratégica Corporación Nacional de Electricidad CNEL-EP financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo BID, la cual contempla reubicar 17 Km de línea de trasmisión eléctrica de alto voltaje, entre San Vicente y Canoa, en la provincia de Manabí. En especial preocupa el tramo de unos 9 km, entre el Estero El Recreo y Briceño, al sur de Canoa, por ser una zona residencial habitada de alta importancia para el turismo del cantón.
Luego de que los últimos fenómenos naturales devastaron Canoa, para Mauricio Herrera, vocero de SALVEMOS CANOA “la esperanza está en el turismo, en especial como destino deportivo y de multiaventura, con actividades de poca inversión que dinamizan poderosamente la economía local”. Para garantizar el futuro, “es indispensable respetar el ordenamiento territorial proyectado por el GAD de San Vicente en la zona de expansión urbana de Canoa, donde se concentran los mayores atractivos naturales de la zona”, indica el vocero del movimiento, quien a su vez representa a la Asociación de Hoteleros y Operadores Turísticos de Canoa.
Tayisiya Teplyuk, reina del Cantón San Vicente, considera de alta gravedad que cables de alta tensión se instalen cerca de viviendas habitadas, enfatizando que la red de trasmisión que ya existe no afecta a las personas. “No nos oponemos a la reconstrucción eléctrica, pero si cuestionamos la reubicación de esta línea de alto voltaje, atravesando zonas residenciales y turísticas, por su impacto al hábitat, la salud y el desarrollo”. Teplyuk insta a las autoridades locales y nacionales, a repotenciar la infraestructura eléctrica existente, privilegiando la salud de las personas, y desistir del nuevo trazado por su impacto evidente.
Pese a que el Ministerio de Salud confirmó que el proyecto no cuenta con licencia ambiental, al sur de Canoa ya reposan postes de unos 20 metros de longitud sobre la carretera, próximos a instalarse al margen de la ruta Spondylus, hacia la playa, para conducir energía eléctrica de 69 Kv. No obstante, la población desconoce sobre el impacto en su calidad de vida de esta nueva infraestructura adjudicada al contratista COMPAÑIA ELECTRICA Y MECANICA SA CEYM. No se ha notificado tampoco si existe un plan de cierre y retiro de las líneas de trasmisión que este proyecto pretende reubicar, y cuyo trazado original no afecta zona poblada.
A través de redes sociales y otras actividades, SALVEMOS CANOA invita al diálogo colaborativo con todos los actores involucrados, a fin de identificar soluciones constructivas inmediatas para evitar el impacto directo e indirecto a los perjudicados por esta obra de infraestructura, en el tramo indicado, que está próximo a causar.